jueves, 12 de junio de 2008
Cancion de otoño en primavera.
Juventud, divino tesoro,
¡ya te vas para no volver!
Cuando quiero llorar no lloro,
Y a veces lloro sin querer…
Plurar ha sido la celeste
Historia de mi corazón.
Era una dulce niña, en este
Mundo de duelo y aflicción.
Miraba como el alba pura;
Sonreía como una flor.
Era su cabellera oscura
Hecha de noche y de dolor.
Yo era timido como un niño.
Ella naturalmente, fue,
Para mi amor hecho armiño,
Herodias y Salome…
Juventud, divino tesoro,
¡ya te vas para no volver!
Cuando quiero llorar no lloro,
Y a veces lloro sin querer…
Y mas consoladora y mas
Halagadora y expresiva,
La otra fue mas sensitiva
Cual no pensé encontrar jamás.
Pues a su continua ternura
Una pasión violenta unia.
En un peplo de gasa pura
Una bacante se envolvía…
En sus brazos tomó mi ensueño
Y lo arrullo como a un bebé…
Y le mato, triste y pequeño,
Falto de luz, falto de fe…
Juventud, divino tesoro,
¡ya te vas para no volver!
Cuando quiero llorar no lloro,
Y a veces lloro sin querer…
Otra juzgó que era mi boca
El estuche de su pasión;
Y que me roería, loca,
Con sus dientes el corazón,
Poniendo en un amor de exceso
La mira de su voluntad,
Mientras eran abrazo y beso
Síntesis de la eternidad;
Y de nuestra carne ligera
Imaginar siempre un edén,
Sin pensar que la primavera
Y la carne acaban también…
Juventud, divino tesoro,
¡ya te vas para no volver!
Cuando quiero llorar no lloro,
Y a veces lloro sin querer…
¡Y las demás! En tantos climas,
En tantas tierras siempre son,
Si no pretextos de mis rimas,
Fantasmas de mi corazón.
En vano busque a la princesa
Que estaba triste de esperar
La vida es dura, amarga y pesa.
¡Ya no hay princesa que cantar!
Mas a pesar del tiempo terco,
Mi sed de amor no tiene fin;
Con el cabello gris, me acerco
A los rosales del jardín…
Juventud, divino tesoro,
¡ya te vas para no volver!
Cuando quiero llorar no lloro,
Y a veces lloro sin querer…
¡Mas es mia el Alba de oro!
Ruben dario.
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